viernes, 14 de noviembre de 2014

¿¿Qué es educar??

“La educación no crea al hombre, le ayuda a crearse a sí mismo” (M. Debesse). 
Antes de entrar en debate, quería comenzar con esta cita llena de verdad, ya que opino que educarse es aprender la profesión del ser humano.

Últimamente, el concepto de educar se ve distorsionado por el concepto de autoridad, y se relacionan los fallos en la educación con la falta de autoridad o bien por parte de los padres o de los profesores. Ya lo decía Severo Catalina: “la mayor parte de las gentes confunde la educación con la instrucción”. Esto es un error puesto que no tratamos esos dos conceptos tal y como su etimología los definen. Sino que debemos tener claro cómo se quiere educar y de qué forma se imparte la autoridad mediante los tutores.

Muchos educadores pensarán que la autoridad es incompatible con la educación porque coarta la libertad del alumno e impide el desarrollo de su personalidad. Mientras que otros muchos educadores, opinan que una educación sin autoridad es imposible.

Ser bueno en tu oficio, respetar al alumno, generar orden y motivación en la clase, son algunas claves que, según Emilio Tenti Fanfani, ayudan a conseguir la autoridad necesaria para impartir las clases con reconocimiento y respeto. Aquellos que ejerzan una función pedagógica tienen que ser creídos y dar confianza. Eso es la autoridad.

Lo que está ocurriendo actualmente, es que la autoridad ha perdido significado porque el sistema escolar es antiguo. Los alumnos ya no respetan al profesorado por el hecho de serlo, por ello, tienen que esforzarse en conseguir ese respeto. En España, al parecer, no se han esforzado mucho ya que existe una ley que declara al maestro “autoridad pública”, al igual que los cuerpos de policía.

Estoy de acuerdo con Fanfani en que el respeto y el reconocimiento no se pueden obligar (por muchas leyes que se impongan), siempre es derivado de algo. Si un profesor desvaloriza a sus alumnos, ellos le van a responder con la misma moneda.

Para poder educar uno tiene que ser respetado, por lo tanto, tiene que respetar al resto. Parece simple para aquellos que hacen uso de la empatía y de su dicho: “No hagas lo que no te gustaría que te hicieran a ti”. Aunque en esta ocasión la frase se ve modificada a: “Enseña como a ti te gustaría que te enseñaran”. Es simplemente ponerse en lugar del otro, del aprendiz, y mostrarle todos los conocimientos que el maestro retiene con su sabia experiencia. Estoy convencida que se esa forma, educar será una labor más amena con la que disfruten tanto docentes como alumnos, con la correspondiente autoridad que eso conlleva.

Para terminar me gustaría exponer una cita de Kant: “La educación es el desarrollo en el hombre de toda la perfección de que su naturaleza es capaz”.








No hay comentarios:

Publicar un comentario